9.- Estoy muy contento de llamarme …. (Fíjate en el ejemplo)
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250 Menos caspa, de todo
La publicidad nos da a veces algunas ideas geniales con las que podemos expresarnos a nuestras anchas. La última que me ha llegado ha sido esta de un anuncio de champú anticaspa. Habla de todo aquello que las personas tenemos en la cabeza, todas nuestras ilusiones, esperanzas, proyectos, preocupaciones, aficiones, apasionamientos, …
En esta propuesta se trata de hablar de nosotros, de todo lo que nos ilusiona o preocupa, de lo que nos apasiona o de lo que no podemos ni ver, …¿Qué tienes en la cabeza?
¿Podrías escoger alguna imagen en google que reflejase tu situación personal?
242 Un doble que te lleva a situaciones extremas
JUAN JOSÉ MILLÁSEstábamos 10 o 12 personas en el interior de la sucursal bancaria de la esquina, cuando entró un tipo fuera de sí blandiendo una pistola. Tras ordenar que nos sentáramos en el suelo, con la espalda apoyada en la pared y las manos sobre las rodillas, exigió la combinación de la caja fuerte. Supe de súbito que aquel atracador era yo. Lo supe de un modo intuitivo, claro, no racional, pero sin lugar a dudas de ninguna de clase. Lo malo es que el resto de los clientes debieron de notarlo también, lo digo por la forma en que comenzaron a mirarme. Se me ocurrió, para disimular, interpelar con dureza al atracador, que me respondió con un tiro en el pie derecho. La bala atravesó el zapato, rompió los huesos que halló a su paso y salió por la suela, incrustándose en el suelo. No me dolió, pero me incomodó ver el agujero, del que comenzó a salir perezosamente una sangre más negra que roja. El tiro, lejos de disipar mi convicción de que yo era el que empuñaba la pistola, me afianzó en ello, igual que al resto de las víctimas, por lo que volví a encararme con el atracador, esta vez llamándole hijo de perra. La respuesta fue un nuevo disparo, en el otro pie. A ver si de este modo, me dije, he logrado desviar la atención de mí. Pero eché una ojeada a mi alrededor y comprobé, por el modo en que continuaban mirándome, que no. ¿Qué hacer? Sentía una vergüenza enorme. Pensaba en mi familia, en mis amigos; también, absurdamente, en los críticos literarios. Entonces me abrí teatralmente la camisa y pedí a gritos al atracador que me matara, suponiendo que mi muerte disiparía todas las sospechas. El tipo se volvió hacia mí, me pegó un tiro en el pecho y me morí.
No supe qué dijeron al día siguiente los periódicos, ni los críticos. Pero di por bien empleado el sacrificio si sirvió para que nadie se diera cuenta de que yo era él.
Saludos.
243 Dime que me quieres
Mi dónde, (recuérdalo, aquel viaje cambió para siempre nuestra forma de tenernos)
Mi cuándo, (perdimos la noción del tiempo)
Mi cómo (eres tanto de mi cuando me miras, …)
Mi qué y mi por qué (mi hoy, mi ayer, mi todo en este mundo sin sentido)
Mi sesión informativa, mis noticias, mi telediario entero, eres tú
244 El elemento de tu pasión
255 Mi paraíso
Shakira:
Juanes:
Alex Ubago:
Iker Casillas:
239 Tu Odradek particular
Su aspecto físico, su comportamiento y su capacidad innata para sobrevivirte, esas son las características de ese doble tuyo con el que convives para bien y para mal. Conversas, te discutes, entablas animadas conversaciones a las que él poco te responde y sin embargo parece escucharte con especial atención.
Si miras los dos vídeos con atención, si lees el texto de Kafka y finalmente piensas durante unos minutos en tu vida, es posible que descubras ese Odradek que te acompaña con más o menos presencia. Cuando hayas dado con él, lo describes.
Los vídeos un tanto kafkianos que te pueden dar alguna pista. (Ya sabes eso de kafkiano)
Las preocupaciones de un padre de familia
[Cuento: Texto completo]
Franz Kafka
Algunos dicen que la palabra «odradek» precede del esloveno, y sobre esta base tratan de establecer su etimología. Otros, en cambio, creen que es de origen alemán, con alguna influencia del esloveno. Pero la incertidumbre de ambos supuestos despierta la sospecha de que ninguno de los dos sea correcto, sobre todo porque no ayudan a determinar el sentido de esa palabra.
Como es lógico, nadie se preocuparía por semejante investigación si no fuera porque existe realmente un ser llamado Odradek. A primera vista tiene el aspecto de un carrete de hilo en forma de estrella plana. Parece cubierto de hilo, pero más bien se trata de pedazos de hilo, de los tipos y colores más diversos, anudados o apelmazados entre sí. Pero no es únicamente un carrete de hilo, pues de su centro emerge un pequeño palito, al que está fijado otro, en ángulo recto. Con ayuda de este último, por un lado, y con una especie de prolongación que tiene uno de los radios, por el otro, el conjunto puede sostenerse como sobre dos patas.
Uno siente la tentación de creer que esta criatura tuvo, tiempo atrás, una figura más razonable y que ahora está rota. Pero éste no parece ser el caso; al menos, no encuentro ningún indicio de ello; en ninguna parte se ven huellas de añadidos o de puntas de rotura que pudieran darnos una pista en ese sentido; aunque el conjunto es absurdo, parece completo en sí. Y no es posible dar más detalles, porque Odradek es muy movedizo y no se deja atrapar.
Habita alternativamente bajo la techumbre, en escalera, en los pasillos y en el zaguán. A veces no se deja ver durante varios meses, como si se hubiese ido a otras casas, pero siempre vuelve a la nuestra. A veces, cuando uno sale por la puerta y lo descubre arrimado a la baranda, al pie de la escalera, entran ganas de hablar con él. No se le hacen preguntas difíciles, desde luego, porque, como es tan pequeño, uno lo trata como si fuera un niño.
-¿Cómo te llamas? -le pregunto.
-Odradek -me contesta.
-¿Y dónde vives?
-Domicilio indeterminado -dice y se ríe. Es una risa como la que se podría producir si no se tuvieran pulmones. Suena como el crujido de hojas secas, y con ella suele concluir la conversación. A veces ni siquiera contesta y permanece tan callado como la madera de la que parece hecho.
En vano me pregunto qué será de él. ¿Acaso puede morir? Todo lo que muere debe haber tenido alguna razón be ser, alguna clase de actividad que lo ha desgastado. Y éste no es el caso de Odradek. ¿Acaso rodará algún día por la escalera, arrastrando unos hilos ante los pies de mis hijos y de los hijos de mis hijos? No parece que haga mal a nadie; pero casi me resulta dolorosa la idea de que me pueda sobrevivir.
FIN
183 Tu guerra de independencia
La guerra de la independencia nos la han explicado en los libros y cada país seguramente tiene una. En algún momento de la vida se tiene que demostrar con la fuerza que uno ya es mayor.
Y esa es otra guerra de independencia que libra uno contra sus propios padres. Estos piensan que su niño o su niña, especialmente su niña, es demasiado pequeña para tomar decisiones y con toda su buena fe y queriendo ayudar intervienen e intervienen y dan unos consejos y otros y pretenden que tú hagas esto o aquello y llega un día en el que te plantas.Empiezas tu guerra de independencia que se resume en que no acudes a la hora establecida para la cena, llegas siempre más tarde de lo indicado por las noches y cada noche, sales con quienes te han dicho que no salgas, bebes lo que te han dicho que no bebas,…
Quizás tú puedas explicarme como es esa guerra tuya de independencia, o cómo fue si ya acabó.